Beneficios de los Insectos

Los insectos aportan una cantidad muy importante de proteína, vitaminas (B1, B2, B3, B9) y minerales (Fe, Zn, Mg, Mn) muy importantes para la salud animal y humana. Además aportan otros beneficios nutricionales tales como grasas poliinsaturadas (omega 3 y omega 6) que ayudan a controlar el colesterol. Por último, la aportación de quitina proveniente del exoesqueleto del insecto, es un antiinflamatorio y antibacteriano natural.

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Los insectos aportan una cantidad muy importante de proteína, vitaminas (B1, B2, B3, B9) y minerales (Fe, Zn, Mg, Mn) muy importantes para la salud animal y humana. Además aportan otros beneficios nutricionales tales como grasas poliinsaturadas (omega 3 y omega 6) que ayudan a controlar el colesterol. Por último, la aportación de quitina proveniente del exoesqueleto del insecto, es un antiinflamatorio y antibacteriano natural.

El grillo es un alimento muy apetecible para peces, reptiles y aves, un verdadero manjar si se les ofrece vivo y también procesado en polvo, aportando vitaminas y minerales de forma importante.

Los insectos son criados de forma sostenible, gracias a que no consumen recursos hídricos significativos y no deterioran el componente edáfico. Además, representan el 75% de todas las especies animales conocidas de fácil acceso y se trata de un recurso fácilmente renovable.

El grillo Acheta domesticus, por sus características, es uno de los principales candidatos para ser utilizados en la alimentación humana, gracias a unas propiedades nutricionales muy interesantes para ser procesado en harinas. Actualmente, se pueden consumir en Bélgica, Holanda, Dinamarca, Finlandia, Austria, Reino Unido y Suiza; para el resto de países europeos está prevista su aprobación a lo largo del año 2021. Comparativamente con la carne tradicional y legumbres, la cría de insectos requiere un consumo de agua mínimo y un espacio físico muy reducido, por lo que se trata de una producción ecológica y sostenible.

La alimentación a base de insectos se ha venido utilizando en determinadas civilizaciones e igualmente está instaurado culturalmente en determinados países, sobretodo en zonas de Asia, Sudamérica y también de Europa. Se trata de un recurso alimenticio que aporta gran cantidad de proteínas, incluso superan la calidad de las proporcionadas por pescado, pollo y otras fuentes proteínicas, presentando una composición equilibrada de aminoácidos.

Como es sabido, tanto la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura - FAO-, como la Organización Mundial de la Salud -OMS-, vienen apostando desde 2013 por la introducción y despliegue de los insectos como forma natural de alimentación alternativa a la ganadería actual, por su sostenibilidad y su gran eficiencia ecológica. Se prevé que para el año 2050 la población mundial alcance 9.1 mil millones, lo que supondrá un incremento de la demanda alimenticia en un 60%. Este hecho será especialmente complejo en países desarrollados con un alto nivel de seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental para generar alimentos. La alternativa de nuevos alimentos como los insectos comestibles, con alto contenido de nutrientes y otros beneficios nutricionales, permiten su utilización diaria con criterios de sostenibilidad, de rentabilidad económica y de posicionamiento como consumo saludable.

En definitiva, es una alternativa de alimento para el futuro, ya que poseen un gran aporte nutricional para la dieta humana comparado con otros alimentos como la carne de res, porcino o pollo. Asimismo, abundan en gran cantidad en el ecosistema y favorecen la disminución de muchas de las enfermedades que provienen de una mala alimentación.

En definitiva, es una alternativa de alimento para el futuro, ya que poseen un gran aporte nutricional para la dieta humana comparado con otros alimentos como la carne de res, porcino o pollo. Asimismo, abundan en gran cantidad en el ecosistema y favorecen la disminución de muchas de las enfermedades que provienen de una mala alimentación.

Los insectos también incluyen otros beneficios nutricionales tales como grasas poliinsaturadas (omega 3 y omega 6) beneficiosas para controlar el colesterol. Además, contienen minerales (Fe, Zn, Mg, Mn) y vitaminas (B1, B2, B3, B9).